¡Buenos días! Vamos con otra idea para San Valentín, es algo que llevaba tiempo queriendo hacer, porque me parece muy bonita la idea de hacer tartas individuales para ocasiones especiales. Además, la combinación nata y frutos rojos es de mis favoritas y con estos colores no podía dejar escapar la oportunidad de prepararla para una fecha tan señalada como el día de los enamorados. Así que aquí tenéis la idea: un bizcocho muy muy muy suave, con una crema de nata deliciosa que contrasta con el crujiente y el puntito ácido de los frutos rojos, en este caso fresas, frambuesas y arándanos. ¡Qué más se puede pedir!
Cómo hacer una tarta corazón de nata y frutos rojos para San Valentín
Ingredientes (2 minitartas):
Es la receta clásica de "brazo de gitano" de mi madre
-2 cucharadas colmadas de azúcar
-2 cucharadas colmadas de harina
-3 huevos
-200ml nata
-100gr mascarpone
-2 cucharadas de azúcar
-Colorante rojo (opcional si queréis teñir un poco el relleno de rosa)
-Fresas
-Frambuesas
-Arándanos
Preparación:
Empezamos preparando el bizcocho. Separamos las claras de las yemas. Montamos las claras a punto de nieve y las reservamos. Batimos las yemas con el azúcar hasta que blanquee y coja algo de volumen, entonces vamos añadiendo las claras poco a poco y las integramos con ayuda de una lengua de gato. Cuando tengamos una masa muy esponjosa y homogénea la ponemos sobre la bandeja de horno que habremos forrado con papel vegetal (yo también la unté de aceite y luego harina, porque este bizcocho es muy muy suave). Horneamos a 180º durante 10-13 minutos, hasta que veamos que empieza a dorarse. Entonces lo sacamos del horno y lo ponemos a enfriar sobre una rejilla con el papel antiadherente, no lo desmoldamos porque está muy tierno y se nos puede romper.
Ahora montamos la nata con el queso, el azúcar y el colorante hasta que quede bien firme. La pasamos a una manga pastelera con boquilla rizada ancha. Reservamos en la nevera.
Y preparamos las frutas, en este caso dejé tal cual los arándanos y las frambuesas, pero corté las fresas en mitades o cuartos porque eran muy grandes, manteniendo el verde de sus hojas para hacer contraste.
Solo nos queda montar la tarta. Con un molde de corazón grande (el mío es para tortitas) cortamos el bizcocho, nos tienen que salir al menos 6, 3 para cada tarta. Colocamos el primer corazón sobre el plato o donde lo vayamos a servir, ponemos una capa de nata con cuidado de que los bordes queden bonitos, ya que se van a ver. Ahora vamos poniendo fruta, muy importante que la fruta tenga el alto de la capa de nata, para que al poner el bizcocho encima no se aplaste y se nos venga abajo. Repetimos con el siguiente piso. Y finalizamos con el último bizcoho, en esta capa lo que hice fue hacer distintas figuras con la nata, unos puntos de estrella, algún rizo, una línea curva... para que no quede algo uniforme y sea más bonito. Terminamos decorando con más fruta y ya tenemos lista nuestra minitarta para San Valentín :)
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