Tarta de mini corazones de plátano y coco para San Valentín

¡Buenos días y feliz día de los enamorados! En mi caso, si me seguís desde hace tiempo, ya sabéis que yo más bien celebro mi cumpleaños y que por eso me gusta tanto este día y hacer recetas de San Valentín. Así que este año no iba a ser menos y aquí tenéis mi tarta, una tarta que tiene un bizcocho realmente jugoso, con un sabor a plátano espectacular y muuuuy suave a coco, apenas perceptible, y con una crema de nata y mascarpone que quita el sentido de lo rica que está y de lo esponjosa que se siente en la boca. Vamos, que tenéis que probarla porque os aseguro que no defraudará. Además, es muuuuy fácil de hacer y tan solo hay que tener un poco de paciencia para cubrir la tarta y que quede lisa, paciencia y una buena espátula para decorar tartas que ayuda mucho. Los sprinkles de corazones los compré en el supermercado, pero podéis hacerlos en casa con glasa para decorar galletas o bien con chocolate derretido, eso lo dejo a vuestro gusto ;)

Cómo hacer una tarta de mini corazones para San Valentín

Ingredientes (molde 15cm):

-2 plátanos chafados con un tenedor
-100ml aceite (girasol o de oliva)
-100gr azúcar
-2 huevos
-2 cucharaditas de levadura
-125gr yogurt griego natural
-30gr coco rallado
-150gr harina de trigo

-400ml nata

-500gr mascarpone

-100gr azúcar glass

*La cobertura os sobrará para una tarta de estas dimensiones, podéis guardarla en un tupper en la nevera y consumirla en los próximos días o al congelador y utilizarla como helado.

Preparación:

En la batidora de varillas (yo en la kitchen aid) ponemos los huevos y el azúcar, batimos hasta que monten y blanqueen ligeramente, añadimos entonces el aceite y la levadura sin parar de batir.

Ahora añadimos la harina y el yogurt alternándolos y sin parar de batir, yo eché la harina en 3 o 4 veces. Cuando esté todo bien integrado añadimos el coco y finalmente el plátano bien aplastado. Terminamos de mezclar la masa con una lengua de gato para comprobar que está homogénea.

Cogemos nuestro molde y lo forramos con papel antiadherente, mi molde es de los altos que favorecen una cocción uniforme pero si ponemos papel por los bordes y dejamos que sobre hacia arriba también hace un efecto similar. Forramos bien el molde y añadimos la masa.

Llevamos al horno a 180º durante 45-50 minutos, hasta que al pinchar con un cake tester éste salga sin restos de masa. Cuando esté listo lo sacamos, desmoldamos con mucho cuidado y dejamos enfriar completamente sobre una rejilla.

Cuando esté frío preparamos la cobertura. Ponemos en la kitche aid los 3 ingredientes y con ayuda del globo batidor batimos, primero a velocidad baja y conforme va ganado cuerpo aumentamos la velocidad hasta llegar al máximo, donde aguantaremos un minuto aproximadamente hasta que veamos que se forman picos fuertes. 

Es el momento de cortar la tarta, yo recomiendo encarecidamente que lo hagáis con una lira, creo que es el dinero mejor invertido si hacéis muchas tartas porque te aseguras de que los discos quedan rectos y de dividir el pastel por la altura que realmente quieres. Cortamos en dos discos y colocamos uno sobre el plato que vayamos a utilizar (yo cubro los extremos del plato con unos trocitos de papel de aluminio que luego puedo quitar deslizando suavemente, así me ahorro tener que limpiar los bordes del plato al terminar de decorar).

Con el disco en el plato ponemos una capa generosa de crema y si queréis podéis poner otro plátano más en rodajas y una capa generosa de coco rallado, yo lo hice así porque me gustan las tartas rellenas de fruta, pero podéis poner solo la crema. Colocamos el otro disco de bizcocho encima y nos aseguramos de que está recto.

Ahora es el momento de cubrir la tarta, yo lo hice con una capa generosa, porque el bizcocho no suelta mucha miga. Cubrimos y alisamos bien y llevamos a la nevera unos 15 minutos. Pasado el tiempo damos otra capita y ya dejamos reposar el nevera al menos media hora. La crema la tenéis que montar cuando vayáis a decorar, esto es fundamental, porque con el paso del tiempo pierde fuerza, al final es solo nata montada con queso, así que cuidado con esto.

Para terminar decoramos con los sprinkles, yo los fui distribuyendo por todo el borde de la tarta de forma armoniosa y en la parte superior simplemente decoré el frente para que no resultara muy cargante. Pero podéis decorarla como más os guste, esto es solo mi idea que está basada en otras ideas que vi en Pinterest. Y ya podríamos comer la tarta o dejarla un rato más en la nevera a que asiente... ¡si podéis esperar!