¡Más recetas saladas! Ya entenderéis el porqué de tanto salado por el blog últimamente... El caso es que llegaron a mí unas espinacas frescas y como hacía nada que había preparado la lasagna de acelgas no quería repetir y hacer la lasagna de espinacas que ya tengo publicada en el blog. Entonces recordé que mi madre hacía un pastelón de hojaldre con jamón y queso que estaba muy bueno y pensé que con espinacas también tendría que quedar delicioso así que me puse a ello. El caso es que cuando a hacer la compra no había hojaldre, así que lo he preparado con masa quebrada y.... maaaaadre mía qué bueno! Hacedlo con lo que más os guste porque con ambos tipos de masas queda genial. Las espinacas se notan pero si no os entusiasman demasiado no os preocupéis, porque el jamón y el queso combinan genial y el crujiente de la masa le termina de dar el punto que le falta para que sea una bocado exquisito. Muy fácil de hacer y muy rico, solo puedo animaros a probarlo ;)
Cómo hacer pastel de espinacas, jamón y queso
Ingredientes (2 personas):
-1 lámina de masa quebrada
-250gr espinacas frescas
-100ml nata
-100gr jamón york
-100gr queso en lonchas
-Sal
-Pimienta
-Aceite de oliva
-1 huevo
Preparación:
Ponemos un poco de aceite en una sartén, calentamos y vamos añadiendo las espinacas ya bien limpias y sin tallos. Cocinamos hasta que se vuelvan de color verde oscuro y se hayan arrugado bastante. Entonces añadimos la nata, sal y pimienta, removemos bien, dejamos que se evapore casi por completo la nata y retiramos del fuego para que templen.
Cogemos la masa, en mi caso era redonda y por eso hice triángulos, pero si es cuadrada quedará mejor. Cortamos la masa en 4 cuartos iguales (en mi caso 4 triángulos). Sobre uno de ellos colocamos una capa de lonchas de queso, encima una capa de lonchas de jamón york y encima un par de cucharadas de espinacas con nata (ya casi frías).
Cogemos otro de los triángulos de masa y con un cuchillo vamos haciendo incisiones desde la punta del triángulo hasta la base, a medio centrímetro de esas incisiones volvemos a hacer otra línea de incisiones pero alternadas con la anterior y así sucesivamente. Con esto conseguimos el enrejado, si no queréis pasar el trabajo de hacer esto (que es más sencillo de hacer que de explicar) podéis cubrir sin más y luego pinchar 3 o 4 veces con un tenedor para que la masa respire.
Cuando tengamos el enrejado hecho ponemos el triángulo con cuidad sobre la capa de espinacas. Juntamos bien los bordes y presionamos para sellar. Con un cortador de raviolis de los de rueda corté los bordes del triángulo para que quedaran más bonitos, esto también es opcional. Ahora solo queda batir el huevo con un poco de sal y pincelar toda la superficie del pastel. Repetimos el proceso con los otros dos trozos de masa, así tendremos las dos raciones.
Llevamos al horno precalentado a 180º durante 25 minutos o hasta que se haya dorado bien toda la superficie. Sacamos, dejamos que temple 5 minutos y ya podemos servir y degustar ;)