Cerdo desmechado simple

¡Buenos días! Hoy traigo receta saladita que igual os sirve para estas fiestas. La verdad es que están siendo unas Navidades raras... así que menú raro para que no desentone. Pasamos de los langostinos, las vieiras, el rape o la tradicional carne asada y nos volcamos en este cerdo desmechado que es ideal para tomar con unos bollitos tipo brioche como los que os publiqué hace poco. La carne queda tierna, se deshace en la boca y el sabor es delicioso pero suave, lo que hace que combine genial con el panecillo que es suuuuuper tierno y esponjoso. Me gusta sobre todo este tipo de panes porque absorben el líquido, la salsa del cerdo, y se quedan muy jugosos. En combinación resulta un bocado perfecto y delicioso, ideal para estas fechas o para un día cualquiera, porque visto lo visto, mejor celebrar cada día y no esperar a una fecha señalada ;)

Cómo hacer cerdo desmechado para bocadillos o fajitas

Ingredientes:

-800gr cerdo (para estofar en mi caso, aunque lo ideal es costilla o paleta)
-1 diente de ajo
-2 cucharadas de perejil fresco
-2 cucharadas de aceite de oliva
-4 vainas de pimienta cayena
-1 cebolla
-2 cucharadas de pimentón dulce
-1 cucharada de azúcar moreno
-1 pizca de sal
-1 pizca de pimienta
-1 pastilla de caldo de pollo (opcional)
-300gr agua
-1 cucharadita de maicena
-1 cucharada de humo liquido

Preparación:

Es tan simple como cortar el cerdo en trozos (o partir el costillar en varios pedazos), picar la cebolla, el diente de ajo y el perejil y añadir todo a la slow cooker con un poco de aceite de oliva. A continuación añadimos el resto de ingredientes: pimienta cayena, pimentón, azúcar, sal, pimienta y removemos bien.

Ahora diluimos la maicena y la pastilla de caldo de pollo en el agua, cuando se hayan disuelto lo añadimos a la crock pot y removemos bien. Dejamos cocinar en baja 9 horas. Pasado el tiempo apagamos la crock pot, removemos bien y, si es necesario, nos ayudamos de un tenedor para desmenuzar el cerdo, aunque ya debería estar tan blandito que con la cuchara de madera se deshace solo. Si hemos utilizado costilla recomiendo sacarla, ponerla en una fuente, quitar la carne, desechar los huesos y devolver la carne a la olla.

Ahora hay que comprobar la cantidad de caldo que queda, si es para bocadillos como en mi caso recomiendo quitar una parte, para que no quede tan líquido y empape en exceso el pan. En este caso recomiendo servir la salsa que sobra en una salsera por si alguien quiere más cantidad.

Justo antes de servir añadimos el humo líquido, mezclamos bien y ¡a disfrutar! :)

Panecillos de brioche para bocadillos

Si quieres sorprender a alguien esta Navidad prepárale estos panecillos de brioche... absolutamente deliciosos. Son tan tiernos que parece que estás mordiendo una nube. No me tiembla la boca al decir que probablemente sea el mejor brioche que he hecho nunca. ¡Y os aseguro que he preparado unos cuantos! Se trata de una receta de La Chef Eco, descubrí su blog por casualidad y me animé a probar su receta, ya que estaba muy bien explicada y se asemejaba a lo que yo pretendía conseguir. Pero madre mía el resultado... superó mis expectativas. Estos brioche me parecen ideales para rellenar de carne jugosa, ya veréis próximamente mi idea, aunque también quedan genial abiertos a la mitad y tostados ligeramente en la sartén con un poco de mantequilla, rellenos de un buen queso y crujiente de jamón... ¡menuda delicia! Y ya no digo cómo tienen que quedar con una buena hamburguesa, en esta ocasión no llegaron los bollos para probarlo pero los repetiré seguro ;)

Cómo hacer panecillos de brioche para platos salados

Ingredientes (8 brioche):

-20gr harina de trigo normal
-30gr agua
-60gr leche (yo desnatada)

-250gr de harina de fuerza
-20gr azúcar
-7gr levadura fresca de panadero
-20g mantequilla
-1 huevo M
-100gr leche (yo desnatada)
-6gr sal

-1 huevo
-2 cucharadas de leche (yo desnatada)
-Semillas al gusto (usé sésamo blanco y negro)

Preparación:

Empezamos por el Tang zhong o water roux, que es como preparar churros (jejeje), en un cazo ponemos la harina, la leche y el agua y llevamos a calentar al fuego, batiendo constantemente con unas varillas hasta que empieza a espesar y obtenemos una textura muy muy muy cremosa, tenemos que sacarlo del fuego antes de que se ponga duro ya que luego al enfriar aún endurecerá más. Dejamos enfriar mientras preparamos el resto de ingredientes.

Para seguir con la masa ponemos en el bol de la amasadora (no recomiendo hacer esta receta sin kitchen aid u otro robot amasador, ya que es una masa bastante hidratada que requiere mucho amasado, o salvo que os guste mucho amasar a mano, yo todavía no he cultivado tanto mi paciencia) la harina, la sal, el azúcar, la levadura desmenuzada, la leche y el huevo. Colocamos el gancho de amasar y empezamos a velocidad baja hasta que más o menos se integran los ingredientes, en ese momento paramos y añadimos el Tang zhong y seguimos batiendo a velocidad un poco más alta hasta que se forma una "bola", aunque se pegará a las paredes. Entonces añadimos la mantequilla a trocitos, poco a poco y sin añadir un trocito hasta que se haya incorporado completamente el anterior. Cuando ya se haya añadido toda la mantequilla seguimos amasando, ya que la masa aún estará más pegajosa. Debemos amasar hasta que se despega de las paredes y se forma una bola, en mi caso le llevó más o menos media hora de amasado.

Pasado el tiempo sacamos la masa del bol y la ponemos en un tupper que hemos untado de aceite previamente, cerramos y llevamos a la nevera hasta la mañana siguiente.

Por la mañana sacamos el tupper de la nevera y dejamos reposar a temperatura ambiente 1 hora. Pasado el tiempo sacamos la masa del tupper y la ponemos sobre una mesa de mármol o, como yo no tengo, sobre una lámina de silicona. Desgasificamos la masa y con ayuda de una rasqueta la dividimos en 8 partes más o menos iguales (este tamaño de panecillo es el que a mí me gusta, en la receta original recomiendan dividir en 6 pero para mi gusto son demasiado grandes). Boleamos cada una de las partes de masa hasta que queden unos bollitos perfectamente redondos. Los ponemos sobre la bandeja de horno (cubierta con papel de hornear) y dejamos que reposen cubiertos con un paño al menos 1 hora. En mi caso y dadas las bajas temperatura encendí el horno a menos de 30º, al alcanzar esa temperatura lo apagué, metí los bollos dentro y los dejé con la puerta del horno abierta unos 5 o 10 minutos, pasado el tiempo cerré la puerta y terminaron ahí el reposo.

Cuando hayan prácticamente doblado su volumen es hora de pincelarlos y hornearlos. Para ello batimos el huevo con la leche y con ayuda de un pincel (yo utilizo de silicona) pincelamos suavemente cada bollo hasta impregnarlo bien. Ponemos semillas por la parte superior del bollo y llevamos al horno precalentado a 180º unos 17 minutos, hasta que queden bien doraditos por la superficie. Los sacamos y los ponemos a enfriar sobre una rejilla.

Cupcakes de jengibre (Gingerbread cupcakes)

Buenos días! Si me seguís por Instagram sabréis que me gusta mucho Starbucks por sus cafés de múltiples sabores y, aunque mi favorito es el de caramelo, cuando llegan los especiales como el de calabaza o el de jengibre tampoco "les hago ascos", para qué negarlo. El otro día pensaba en el gingerbread latte y en que no creo que este año pueda probarlo, ya que no están las cosas como para andar cambiando de ciudad por un café y aquí en Compostela no tenemos Starbucks. Así que me dije, a falta de café ¡buenos son unos cupcakes! Y aquí os traigo la versión cupcake del gingerbread latte de Starbucks: dulce en su punto justo, con un sabor suave a jengibre, cremosa cobertura, fresco y que se deshace en la boca. ¿En serio necesitáis algo más para convenceros de probarlos? :P La receta es una adaptación de la de Sally's baking addiction y ha quedado brutal :D

Cómo hacer cupcakes de jengibre o gingerbread cupcakes

Ingredientes (12 cupcakes):

-115gr de mantequilla

-120gr azúcar blanco

-1 huevo

-120ml de leche

-160gr miel

-1 cucharadita de aroma de vainilla

-167gr de harina

-1/2 cucharadita de levadura

-1/2 cucharadita de bicarbonato

-1/4 cucharadita de sal

-1 cucharadita de jengibre en polvo

-200ml nata para montar

-60gr azúcar

-100gr queso de untar

-Colorante rojo en gel (opcional)

Preparación:

Es importante que todos los ingredientes estén a temperatura ambiente, para que no haya contrastes y se liguen bien, de lo contrario quedará aspecto de que la masa se haya cortado y no se hornearán uniformemente, aunque malos no van a estar, así que tampoco es una gran problema, es más una recomendación para que salga perfecto.

En el bol de la batidora ponemos la mantequilla junto con el azúcar y batimos hasta que quede una mezcla cremosa, en la que el azúcar se haya integrado por completo y en la que la mantequilla haya blanqueado bastante. Llegados a ese punto añadimos el huevo y batimos de nuevo.

Ahora añadimos la miel y volvemos a batir, a continuación añadimos la vainilla, el jengibre, la sal, la levadura y el bicarbonato y seguimos batiendo hasta que se integre todo.

Añadimos la mitad de la harina batiendo a baja velocidad hasta que se integre, entonces añadimos la leche y de nuevo volvemos a batir con cuidado hasta integrarla. Finalizamos añadiendo el resto de la harina y batiendo hasta que quede una masa cremosa y uniforme. 

Cogemos cucharadas de masa y las ponemos en los moldes para cupcakes (yo he utilizado unos papeles de temática navideña preciosos que compré en El corte inglés... pero tras el horneado apenas se distinguen los dibujos... y los papeles los he metido en mi molde para cupcakes, así nos aseguramos de que crecen de forma uniforme y no se desparraman en el horno). Los moldes debemos llenarlos como mucho hasta 3/4 de su capacidad, ya que crecerá bastante la masa en el horno.

Llevamos al horno precalentado a 180º unos 17-20 minutos, hasta que estén dorados en la superficie y al pinchar con un cake tester éste salga sin restos de masa. Sacamos del horno y los sacamos del molde con mucho cuidado, ya que es una masa muy ligera y podemos romperlos fácilmente si no tenemos cuidado. Dejamos enfriar completamente sobre una rejilla.

Para la cobertura ponemos en el bol de la batidora de varillas la nata, el queso y el azúcar. Batimos a velocidad baja hasta que más o menos se han integrado todos los ingredientes y entonces subimos la velocidad progresivamente hasta el máximo, dejamos batir un par de minutos (en la kitchen aid con ese tiempo es suficiente) hasta que la crema quede dura y haga picos bastante fuertes. Entonces paramos y llevamos a la nevera hasta el momento de decorar.

Para decorar los cupcakes, cuando estén completamente fríos, no tenemos más que coger una manga pastelera con boquilla rizada, la colocamos sobre un vaso alto y con un palo de brocheta cogemos colorante en gel. Se trata de crear una línea recta desde el borde de la boquilla hasta la parte superior de la manga. Yo hice 3 líneas en total repartidas por el diámetro de la manga. Llenamos la manga pastelera de crema y procedemos a decorar, la línea roja se marcará sutilmente y quedará como veis en las fotografías, una decoración muy sencilla pero vistosa ;)

Comer inmediatamente o pasadas unas horas. Si no se comen al momento mejor refrigerar y sacar media hora o una hora antes de la nevera para que cojan temperatura ambiente.

Almejas a la marinera en crock pot

Ya os conté que desde que recibí el libro de María, La olla lenta regional, tenía un montón de recetas apuntadas para hacer. Pues hoy os traigo otra que fue verla y anotarla directamente para ir a la compra a por los ingredientes y probarla. Las almejas a la marinera es un plato que me encanta pero que pocas veces se prepara en casa y yo no lo había preparado nunca. Así que cuando vi la receta en el libro y lo fácil que era quise probarla para ver si sabía como la receta tradicional de mi abuela y... ¡tal cual! Un sabor idéntico, espectacular y con muy poco trabajo. No os voy a desvelar más recetas de este libro, porque podría escribiros todas y cada una, simplemente os recomiendo que si tenéis una crock pot y os gustan las recetas tradicionales os hagáis con él ;)

Cómo hacer almejas a la marinera en crock pot

Ingredientes:

-500gr almejas
-1 cebolla mediana
-1 diente de ajo
-Perejil al gusto
-200ml vino blanco
-1 cucharada de harina
-1 cucharadita de pimentón dulce
-Aceite de oliva

Preparación:

Yo utilicé almejas congeladas que eran las que tenía a mano. Las descongelé la noche anterior y las puse en agua con sal. Antes de ponerme a cocinar la salsa lavé las almejas para quitarle los restos de arena y sal. Las escurrí y las reservé para empezar la receta.

En una sartén doramos el ajo con un poco de aceite de oliva, cuando empiece a dorarse añadimos la cebolla cortada en cubitos pequeños y el perejil. Dejamos pochar hasta que se ablande. Cuando ya esté tierna la cebolla añadimos una cucharada de harina y el pimentón, removemos bien y dejamos que se tueste ligeramente la harina. Añadimos entonces el vino blanco, removemos y dejamos que evapore a fuego fuerte. Cuando la salsa haya espesado pasamos todo a la crock pot y cocinamos 2 horas en alta.

Pasado el tiempo añadimos las almejas, removemos bien para que se impregnen con la salsa y dejamos cocinar otros 20 minutos. Podemos servir inmediatamente o dejar preparado y servir en el momento que sea calentando unos minutos en una sartén a fuego fuerte.

Choricitos a la sidra en crock pot

¡Buenos días! Por fin puedo retomar el blog, pasarme por aquí con calma y con ganas de escribir y, sobre todo, de probar recetas. En medio de un pico de trabajo potente me llegó el maravilloso libro del que os traigo esta receta. Si me seguís ya sabréis que hace un tiempo me propuse sacarle más partido a mi crock pot, porque al final acababa haciendo siempre las mismas recetas en ella: probé a hacer macarrones, risottos, sopas y más cosas en ella, pero seguía queriendo más. Entonces fue cuando llegó a mi vida María del Pozo y su libro La olla lenta regional que tiene un montón de recetas tradicionales para hacer en crock pot. Obviamente en cuanto me llegó lo abrí y ya marqué unas cuantas recetas, entre las que se encuentra la que os traigo hoy. He probado varias y todas han salido de maravilla, así que si os gustan las recetas tradicionales, de toda la vida vamos, y queréis hacerlas en olla de cocción lenta corred a por este libro porque vale mucho la pena :D

Cómo hacer chorizos a la sidra en crock pot

Ingredientes:

-350gr choricitos
-300ml sidra (yo natural ecológica)

Preparación:

Tan sencillo como pinchar los chorizos con un tenedor un par de veces, ponerlos en la olla y añadir la sidra. Cocinar en alta por 2 horas ¡y listo! Os morís de lo buenos que están y de lo tiernitos que se quedan, una maravilla. En mi casa nos encantan estos chorizos para picoteo con algo de queso, embutidos y un buen pan. Nosotros solemos cocinarlos con vino blanco, pero con la sidra quedan también deliciosos. La próxima vez probaré con el vino porque seguro que quedan como los hacía mi madre :)