lunes, 1 de agosto de 2016

Spaghetti de calabacín con salsa bolognesa de soja

Buenos días!! Ya hacía tiempo que no me pasaba por aquí, pero entre que las horas de tiempo libre son pocas y que quería traeros esta receta, con vídeo incluido, no he podido publicar hasta hoy. Pero la espera valdrá la pena, os lo aseguro!! Ahora que estamos en verano y muchos procuramos mantener la línea creo que os vendrá genial esta receta. Si os gusta la pasta tanto como a mí pero a veces no os viene bien comerla porque es más pesada, porque son muchos hidratos, o por el motivo que sea... esta alternativa os encantará. Los spaghetti de calabacín son facilísimos de hacer y con una salsa como la que os enseño hoy apenas notaréis diferencia con los spaghetti de trigo, creedme. El calabacín no es algo que tenga muchísimo sabor por sí mismo, por ello al camuflarlo con una salsa dará el pego totalmente y estaréis comiendo un platazo de pasta con muuuuchas menos calorías ;)


Además, la salsa que os traigo hoy es apta para todos los que no toméis carne, incluso sin lactosa si omitís el paso de añadir leche/nata o buscáis un sustituto vegetal :) No había probado la soja texturizada hasta este momento y tenía muchas ganas, todo el mundo decía que no se notaba diferencia con la carne... y yo lo confirmo!!! Es una pasada pero si haces esta bolognesa y se la das a probar a cualquier no notaría la diferencia, podría pasar perfectamente por carne picada de pollo, pavo o incluso ternera!! Así que también os animo a probarla e incluir nuevos ingredientes en vuestra dieta. Si no tenéis o no queréis hacerla con soja... no pasa nada!! Hago esta misma salsa con carne picada otras veces así que no lo pienses más y a la cocina! :D

Cómo preparar spaghetti de calabacín con salsa bolognesa de soja


Ingredientes (para dos personas y salsa para 6-8)

-1/2 pimiento rojo
-1/2 pimiento verde
-1/2 cebolla
-2 o 3 zanahorias (a vuestro gusto)
-1 cucharadita de bovril
-1/4 cucharadita de sal
-1/2 cucharadita de orégano seco
-100ml tomate natural triturado
-40ml nata (opcional)
-Agua
-Aceite

-1/2 taza de soja texturizada (o cantidad al gusto, según os guste con más o menos "carne")
-Agua

-2 calabacines grandotes (1 por persona)

-Queso rallado al gusto (yo suelo poner de oveja curado)

Preparación:

Yo suelo hacer la salsa el día anterior, con estas cantidades os dará para 6-8 raciones. Lo que suelo hacer es congelar individualmente el resto de raciones que no voy a consumir y así tengo la salsa lista para consumir en cualquier momento.

En una olla grande ponemos un chorro de aceite y una pizca de sal. Pelamos y picamos la zanahoria en cuadraditos menudos, añadimos a la olla y ponemos la tapa, que se vaya pochando. Cortamos los pimientos y la cebolla también en cuadraditos pequeños y añadimos a la olla. Añadimos la sal y vamos removiendo de vez en cuando, hasta que estén todos los ingredientes casi listos, la zanahoria debe quedar tierna, que no se deshaga.

Mientras ponemos en un tazón la soja con agua, para que hinche.

Cuando las verduritas estén listas añadimos el orégano y el bovril. Removemos. El tomate y removemos de nuevo. Ahora añadimos la soja y mezclamos todo bien. Añadimos un chorro de agua, lo suficiente como para que más o menos quede todo casi cubierto de agua y dejamos cocer a fuego medio sin tapa durante 20 minutos o hasta que veamos que se ha evaporado casi toda el agua y nos quedan las verduritas con algo de salsa. La cantidad de líquido que queráis en la salsa es al gusto, a mí me gusta que no quede mucho.

Cuando ya esté la salsa lista es el momento de añadirle, si os gusta, la nata (o leche) y remover bien. A mí me encanta ese punto cremoso que le deja.

Para hacer los spaghetti de calabacín los pelamos y los rallamos con un cortador para hacer forma de spaghetti, hay muchos en el mercado. Este que os enseño fue un regalo de harinas Yolanda :)


Los spaghetti los salteamos con un pelín de aceite durante un minuto o dos, que queden al dente. Los ponemos en dos platos, echamos unas cuantas cucharadas por encima de los spaghetti y rallamos un poco de queso. ¡Y listo para servir! Os aseguro que no notaréis la diferencia de la soja con la carne. es una pasada, no podía creerlo! jejeje