Ingredientes (4 raciones, 1 molde pequeño):
-5 claras de huevo
-150gr harina de avena sabor brownie (o 120gr de harina de avena + 30gr cacao puro en polvo)*
-10gr de stevia en granos (80gr azúcar o algo más, dependiendo de lo dulzones que seáis)
-2 cucharaditas de levadura
-50ml aceite de oliva
-50ml leche de avena (o la que uséis normalmente)
-Pepitas de chocolate al gusto (también podéis poner pasas, avellanas, ciruelas...)
*Yo uso normalmente la harina de avena porque es muy nutritiva y me encanta cómo quedan los bizcochos con ella, pero podríais usar espelta (también queda genial) o trigo común.
Preparación:
En un bol batimos las claras con la stevia, hasta que las claras empiecen a espumar. No es necesario montarlas, yo lo hago a mano, es sólo que empiece a formar espuma. A continuación añadimos la levadura y batimos de nuevo.
Ahora añadimos la harina de avena (y el cacao si no usáis harina de avena de sabor) y batimos hasta integrarlo por completo, va a quedar una masa bastante dura. Entonces añadimos el aceite y volvemos a batir. Por último añadimos la leche y batimos de nuevo, veréis cómo la masa se aligera bastante y la textura tiende más a ser líquida.
Ahora es el turno de añadir el chocolate o lo que hayamos elegido para condimentar nuestro bizcocho, una parte la pondremos en la masa y la otra parte la reservaremos para echárselo por encima. Cuando se la añadamos a la masa es importante mezclar bien para que se reparta por todo. Echamos la mezcla en nuestro molde (el mío era desechable, pero si usáis uno normal necesitáis engrasarlo o forrarlo con papel antiadherente para que no se os pegue el bizcocho).
Por último añadimos más chocolate (o lo que hayamos elegido) por encima, bien repartido, y llevamos al horno precalentado a 190º durante 30-40 minutos. Controlad a partir de los 25 minutos que ya sabéis que cada horno es un mundo. Si lo hacéis en moldes individuales os llevará menos tiempo, unos 15-20 minutos.
Una vez hechos lo dejamos enfriar, yo lo dejo templar una hora y aún en caliente lo meto en una bolsa de plástico, así guarda más humedad y el bizcocho queda tierno y jugoso. Este bizcocho es ideal para usarlo para tartas, porque quitando la capa de arriba se corta fácilmente en discos, aunque suelta miguillas, pero al ser tan suave y esponjoso no resultará nada empalagoso ;)
Para conservarlo recomiendo meterlo en un tupper de plástico que sea totalmente hermético, o también funciona (y muy bien) el guardarlo cuando aún está tibio en una bolsa de plástico (sin que lo llegue a tocar), así la humedad que desprende se queda en él y resulta más jugoso. En esta ocasión lo he tenido guardado en la bolsa los 3 días y estaba igual que recién horneado :)
Me ha gustado la idea de hacerlo con harina de avena, tiene una pinta estupenda.
ResponderEliminarbesazos
Una receta sencilla y estupenda
ResponderEliminarseguro que quedó riquísimo
un besote
Pues no había escuchado lo de la avena sabor brownie :). Se ve delicioso.
ResponderEliminarBesillos
Con tu permiso, me llevo una porción.
ResponderEliminarMuy buena pinta! A mi también me gusta ir probando harinas distintas, cada una le da su toque. Me apunto tu receta. Gracias y saludos,
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