Ingredientes (3 raciones, 3 bizcochos como el del molde):
-150gr harina de avena sabor fresas con nata*
-4 claras (o 2 huevos enteros)
-10gr de stevia (o 80-100gr de azúcar)
-2 cucharadas de queso fresco batido (o queso de untar, mascarpone, ricotta...)
-2 cucharas de aceite de oliva
-2 cucharaditas de levadura
-50ml leche (yo usé de avena, pero poned la que uséis normalmente)
-50gr de nueces (reservando algunas enteras para decorar)
*Si no tenéis podéis usar harina de avena normal (o triturar los copos directamente) y añadir una cucharadita de aroma o pasta de fresa. También podéis usar harina de espelta o trigo.
Preparación:
En un bol mezclamos la harina de avena, la stevia, la levadura y las nueces picadas.
En otro bol batimos las claras con el queso y el aceite. Echamos la mezcla de harina que hicimos anteriormente y batimos con una varilla de mano hasta que se mezcle todo bien y no queden grumos. Quedará una masa bastante espesa.
Ahora añadimos la leche, volvemos a batir y veréis que ya queda una masa más líquida, pero aún con cuerpo. Debe quedar homogénea y sin grumos.
Echamos la masa en los moldes y encima ponemos algunas nueces enteras para decorar. También quedaría ideal añadirle algo de chocolate blanco si sois muy golosos, porque pega de maravilla, o incluso algo de toffee o dulce de leche (ñaaaaammmmmm).
Llevamos los moldes al horno precalentado a 180º durante 20 minutos (si lo hacéis todo en un molde más grande os llevará más tiempo). Cuando al pinchar con una brocheta ésta salga sin restos de masa líquida es que están hechos. Los dejamos entibiar y si queréis que os queden jugosos por dentro varios días podéis guardarlos en un tupper aún estando tibios o en una bolsa y cerrando bien. Así la humedad quedará dentro del bizcocho y se aguantarán frescos más tiempo ;)