Helado de nectarinas

Buenos y nublados días! Por el norte el tiempo anda así, un día calor que te mueres y al siguiente amanece nublado. Pero mira, ya no me quejo, ahora aprovecho, que no hay día de playa? Pues a caminar y a recoger moras, así una también hace ejercicio y de paso se pueden preparar postres deliciosos, tengo 3 a la espera de ser publicados así que pronto os los enseñaré :D Pero antes quiero poneros este helado de nectarinas porque al verano ya no le queda mucho y seguro que en los sitios donde hace más calor que aquí agradecéis tener un helado en el congelador, y éste además con fruta de temporada, que ahora la encontramos a muy buen precio y que está super rico y resulta muy fresquito, ha sido sorprendente la verdad porque pensé que al cocinar la fruta no sabría tanto, pero al contrario, da todavía más sabor a las nectarinas, así que os recomiendo probarlo que no se tarda mucho en hacerlo ;)

Ingredientes:

-5 nectarinas grandes
-4 cucharadas de azúcar moreno

-1 cucharada de azúcar invertido
-200ml nata de postre
-200ml leche

Preparación:

Cortamos las nectarinas en trozos (yo no las pelé, simplemente les lavé bien la piel, pero podéis pelarla si no os gusta encontraros trocitos de piel) y la ponemos en un bol junto con el azúcar moreno y las dejamos unas cuantas horas (puede ser toda la noche). Pasado el tiempo pasamos la mezcla a un cazo y lo llevamos a fuego medio-alto durante 30 minutos, removiendo de vez en cuando, cuando las nectarinas estén blandas apartamos del fuego y dejamos enfriar. Todo esto se puede hacer en varios días, por ejemplo, después de comer cortamos las nectarinas y las ponemos con el azúcar, a la noche que ya hace menos calor las cocemos y las dejamos enfriar en la nevera toda la noche.

Por otro lado montamos la nata bien firme, le añadimos el azúcar invertido y mezclamos con una lengua de gato.

Añadimos la leche a la fruta (ya fría) y mezclamos, trituramos con la batidora (opcional) y seguidamente lo añadimos a la nata, mezclamos con la lengua de gato con movimientos envolventes procurando no bajar la nata y llevamos a la heladera, lo mantecamos durante 40-50 minutos y luego lo pasamos a un tupper y lo guardamos en el congelador un par de horas, aunque se puede comer recién salido de la heladera.

Por supuesto, como todos los helados, si no tenéis la heladera podéis prepararlos igual, simplemente lleváis la mezcla en un tupper al congelador y lo sacáis cada hora y removéis el helado para evitar que se formen cristales de hielo, esto se debería repetir 4 o 5 veces.