Galletas de salvado de trigo y miel

Buenos días de domingo! Aquí estoy, con sueño... después de dormir una hora menos, jeje. Por aquí parece que vamos a seguir con buen tiempo y eso siempre anima a levantarse, sobre todo si el sol ya te despierta con sus rayos a través de la ventana :)

Y para complementar un despertar tan fabuloso os traigo unas galletas, en teoría son o querían ser unas tipo digestive... pero a mí no se me parecen en nada, tan sólo un poco en la textura, pero en el sabor no. La receta ya es superconocida en la red y es de la gran Bea Roque, así que por lo menos tenía la garantía de que iban a salir y además, ella tan maja que es, me contestó al fb a alguna duda que tuve ^^ Pero (siempre hay un pero), aunque no sean digestive os aseguro que están deliciosas, mi madre ya es fan de ellas, y mi ahijada (casi 3 años) ¡todavía más! :D

La textura ya os digo, recuerda mucho a esas galletas, en cuanto al sabor predomina el toque de miel pero sin resultar pesado o empalagoso, mojadas en la leche del desayuno son una delicia... y si sois golosones como yo y les ponéis chocolate ya son una auténtica locura :P

Ingredientes:

-125 mantequilla blanda
-60gr azúcar moreno
-1 cucharada de miel
-1 huevo
-125gr harina
-150gr harina integral
-35gr salvado de trigo
-1 cucharadita de levadura

Preparación:

Batimos la mantequilla con el azúcar y la miel hasta que quede cremoso. Le añadimos el huevo y batimos de nuevo.

Añadimos las dos harinas, la levadura y el salvado de trigo. Amasamos bien hasta conseguir una masa uniforme, lisa y no pegajosa. Hacemos una bola con la masa, la envolvemos en papel film y la llevamos a la nevera 1 hora.

Pasado el tiempo estiramos la masa y cortamos con el cortapastas que más nos guste. Vamos poniendo las galletas en la bandeja de horno con papel antiadherente y las horneamos a 180º durante 12 minutos o hasta que veáis que los bordes empiezan a dorarse.

Una vez hechas las dejamos enfriar sobre una rejilla. Si las queréis con chocolate no tenéis más que fundir un poco de chocolate de postres (como es mi caso) o un buen chocolate con leche (si queréis que se parezcan más a las digestive de chocolate que venden), una vez que esté el chocolate bien fundido y las galletas ya frías cogemos la galleta con dos dedos, sumergimos una cara en el chocolate, levantamos, escurrimos el chocolate sobrante y dejamos secar sobre la rejilla de nuevo :)