Galletas en espiral (vainilla y chocolate)

Hace tiempo vi unas galletas como éstas en la galería de foodgawker y me enamoré de ellas por lo perfectas que quedaban. Últimamente me apetecen mucho bizcochos y galletas para los desayunos, así que he estado haciendo galletas de mantequilla, que desde que las probé me encantaron, pero quería cambiar un poco, y recordé estas galletas, así que me puse manos a la obra.

Quedan super ricas, con mucho sabor, y la combinación de vainilla y chocolate es realmente buena. Quedan crujientes pero a la vez se deshacen en la boca, es una textura diferente a las galletas de mantequilla que suelo hacer y la verdad es que me sorprendieron bastante :)

Ya veis que la forma no es la más mejor... No me quedaron todo lo bien que deberían, pero eso es cuestión de práctica, seguro que en cuanto las haga unas cuantas veces ya me salen mejor. De todas formas os daré algún truco para que a vosotros os salgan mejor que a mí ;)

No podía pasar sin enseñároslas porque quedan super vistosas y además deliciosas, y tampoco lleva mucho tiempo hacerlas, sólo la espera en la nevera, pero como mientras esperamos podemos hacer otras cosas pues está bien. Así que sin más os dejo con la receta mientras yo me zampo unas cuantas con el desayuno, jijiji

Ingredientes (30 galletas aprox.):

Masa vainilla

-125gr mantequilla
-50gr azúcar
-1/4 cucharadita de vainilla
-1/2 yema batida
-175gr harina
-1 pizca de sal

Masa chocolate

-125gr mantequilla
-50gr azúcar
-1/2 yema batida
-165gr harina
-10gr cacao puro en polvo
-1 pizca de sal

Preparación:

Empezamos preparando la masa de vainilla.

Batimos la mantequilla que estará blanda con el azúcar hasta que esté más o menos cremosa. Añadimos la vainilla, la media yema y la sal y removemos bien. Ahora incorporamos la harina poco a poco y vamos amasando con las manos hasta integrar toda la harina, debe quedar una masa no pegajosa y suave. La envolvemos en papel film y la llevamos a la nevera.

Ahora preparamos la de chocolate, en el mismo bol ponemos la mantequilla y el azúcar y batimos hasta que esté cremosa. Añadimos la media yema, la sal y el cacao, removemos bien hasta que se integre por completo. Ahora añadimos la harina poco a poco y amasamos hasta que nos quede una masa no pegajosa y suave. Envolvemos en papel film y la llevamos a la nevera.

Dejamos las masas en la nevera 30 minutos (pueden estar hasta el día siguiente).

Pasado el tiempo estiramos ambas masas hasta formar dos rectángulos de 15x18cm aproximadamente. Es importante que los lados queden rectos, podemos recortarlos.

Ponemos la masa de vainilla en la mesa de trabajo, ya estirada con el lado largo mirando hacia nosotros, estiramos un poco en esa dirección (de lado largo a lado largo) de modo que su ancho será algo mayor que la masa de chocolate.

Pincelamos la masa de vainilla con leche (poquito!!) y ponemos la masa de chocolate encima, haciendo coincidir el lado largo que está más cerca de nosotros con el lado largo de la masa de vainilla que está más cerca de nosotros. Presionamos un poco y listo.

Para hacer el rollito empezamos a enrollar por el lado que está más cerca de nosotros, ponemos papel film debajo de las masas así nos será más fácil enrolla, y además, si tenéis una esterilla de las de hacer sushi os resultará todavía más fácil ;)

Enrollamos y apretamos bien, sobre todo la primera vuelta, para que no nos quede un hueco en el centro de las galletas (como me pasó a mí!). Seguimos enrollando hasta llegar al final del rollo. Al haber hecho un poco más ancha la de vainilla cerraremos la masa de vainilla sobre sí misma, esto hará que la espiral de chocolate se dibuje dentro de la de vainilla, si no queréis eso entonces dejáis las dos del mismo tamaño y un trabajo que os ahorráis ;)

Envolvemos el rollo en papel film y lo dejamos en la nevera 30 minutos.

Pasado el tiempo cortamos unas 30 lonchas (entre 24 y 30, depende del tamaño que las queramos), yo recomendaría que no muy gordas para que en el horno se hicieran bien ya que si las cortáis gordas puede que luego el centro os quede crudo.

Y aquí hay dos formas, dejarlas así tal cual, o hacer como hice yo con algunas de ellas, como las de la foto, que una vez cortadas las aplasté un poco con la palma de la mano para que quedaran más bajitas, algo más finas y así se quedaran más crujientes en el horno (adoro las galletas hipermegacrujientes), pero eso es cuestión de gustos.

Ponemos las galletas en una bandeja de horno con papel antiadherente, no hace falta separarlas mucho porque no crecen, y las llevamos al horno a 180º durante 10 o 12 minutos, hasta que se doren. Al salir del horno habrá que cogerlas con cuidado con una espátula ya que están muy blandas, es normal, al enfriar se endurecen.

Una vez frías las acompañamos de un vaso de leche y ¡a disfrutar! :D



Receta adaptada de: 500 delicias de chocolate de Lauren Floodgate