Hoy celebro el día de Galicia, el día del Apóstol Santiago con esta maravillosa trenza de nueces y pera que no os podéis perder. Sí, horno, pero qué queréis, ahora mismo me asomo por la ventana y no logro ver ni el edificio de enfrente de la niebla que hay, y por supuesto, todo ello acompañado de lluvia, así que nada mejor que amasar y encender el horno para pasar estos días :)
Esta vez me decanté por hacer una trenza, la masa es como un pan de leche, de miga superesponjosa, tierna, suave, vamos, digna de todo desayuno gallego, jeje, y la acompañé con nueces que siempre quedan bien y con peras, ya que tengo un exceso de esta fruta en casa y hay que darle salida ;)
La forma de trenza ya veis que no quedó muy allá, esto fue porque se me fue el santo al cielo y en vez de dejarla levar con la forma de trenza hecha durante 30 minutos la dejé más de una hora, cuando me di cuenta ya era una trenza gigante y al hornearla pues salió así, de todas formas no quería dejar de enseñárosla porque de sabor es deliciosa :D
Ingredientes:
-150gr harina normal
-150gr harina de fuerza
-5gr levadura fresca
-80gr azúcar
-1 cucharada de margarina
-1 pizca de sal
-150ml leche
-Nueces
-Peras
-Ázúcar
Preparación:
Lo primero que hago es pelar las peras y cortarlas en cuadraditos, las coloco en un bol y le añado un par de cucharadas de azúcar, remuevo bien y las dejo reposar mientras hago el resto.
Ahora vamos con la masa, ponemos en un bol las harinas, el azúcar y la sal, removemos bien, ahora añadimos la margarina en trocitos, un poco blanda, y con los dedos la vamos mezclando con la harina, al final nos deben quedar grumos, o debe quedar como arenosa la harina, con tropezones.
Cuando lo tenemos hacemos un hueco en el medio y añadimos la leche, en la que previamente habremos disuelto la levadura, amasamos poco a poco y luego, cuando la masa ya no sea pegajosa y se vuelva manejable la colocamos sobre la mesa de trabajo y amasamos unos minutos más añadiendo las nueces con cuidado de que nos queden en el interior de la masa, formamos una bola y la dejamos reposar en un bol tapado con un trapo hasta que doble su volumen, que nos puede llevar un par de horas (podemos acelerar el proceso levando la masa dentro del horno precalentado a menos de 50º y ya apagado).
Cuando la masa haya crecido es el paso de desgasificarla, para ello amasamos un poco clavando bien los dedos, luego la estiramos en un rectángulo, el grosor debe ser de un centímetro. La ponemos sobre papel de horno o antiadherente.
Marcamos el centro de la masa con un cuchillo (es opcional, nos sirve de guía), y ahora, en los extremos vamos haciendo cortes que sí deben atravesar la masa, debemos fijarnos en hacer el mismo número de cortes o de tiras en ambos lados (yo me equivoqué y dejé un lado con dos tiras más...). Las tiras deben tener un centímetro o dos de grosor, no más.
Una vez tenemos la masa cortada y preparada en el centro que hemos marcado ponemos las peras a las que le habremos quitado todo el jugo que han soltado, este jugo lo podemos utilizar para un helado (lo publicaré en unos días :P). Colocamos las peras en trocitos con cuidado.
Ahora vamos formando la trenza, doblamos los dos extremos hacia el interior, primero las esquinas como veis en la foto y las superponemos con el extremo central, hacemos lo mismo en ambos lados, y luego empezamos por uno de los extremos y vamos juntando hacia el centro las tiras de los lados, primero una de la derecha, luego la de la izquierda, otra de la derecha, etc, hasta acabar con todas las tiras.
Colocamos la trenza en la placa de horno y la dejamos reposar entre 30 y 45 mintuos, hasta que haya cogido volumen pero no en exceso. Luego al horneamos a 180º durante 30 minutos aproximadamente.