Bizcocho marmolado al cardamomo

Hoy os traigo mi desayuno de esta semana ;) Y es otra propuesta para el concurso del aniversario de Whole kitchen. Me ha encantado que la propuesta sea preparar el mejor bizcocho porque hacía tiempo que no preparaba bizcochos, hago tartas, cupcakes, galletas, pasteles... mil cosas que no había hecho jamás... pero hacía muuuuuuuuuuucho tiempo (más de un año diría yo...) que no hacía un bizcocho, así, sin más, bizcocho para desayunar... y con este concurso he vuelto a descubrir lo maravilloso que es desayunar con un buen trozo de bizcocho :D

Esta vez os muestro un bizcocho al cardamomo, pero para darle un toque más bonito lo he marmoleado, esto es opcional, pero me gusta el efecto que le da al bizcocho :) Ya sabéis que me gusta mucho el cardamomo, sin embargo no sé en qué recetas utilizarlo... hasta que se me ocurrió probar en un bizcocho y os lo recomiendo porque queda genial, le da su aroma y sabor pero sin ser excesivo ni empalagoso, vamos, una maravilla ;) Y eso, que si me recomendáis recetas con cardamomo os estaré muuuy agradecida ;)

Ingredientes:

-3 huevos

-350gr harina

-180gr azúcar

-100ml aceite de oliva*

-150ml leche

-1 sobre de levadura química

-10 semillas de cardamomo

-2 cucharaditas de cacao en polvo**

*Yo cocino siempre con aceite de oliva, pero podéis poner también de girasol si lo preferís

**El cacao es para hacer el marmolado, si preferís un bizcocho normal prescindís de él y listo ;)

Preparación:

Abrimos las semillas de cardamomo y quitamos las bolitas negras de dentro, las ponemos en un mortero y las machacamos (si tenéis robot de cocina os ahorrará tiempo, esfuerzo y quedarán mejor). Reservamos.

Batimos los huevos con el azúcar, que queden un poco esponjosos. Añadimos el aceite y volvemos a batir, añadimos las semillas y batimos de nuevo.

Ahora añadimos la levadura tamizada y batimos bien para que no queden grumos, y a continuación añadimos la harina y la leche, en tandas, un poco de harina, un chorro de leche, otro poco de harina, otro chorro de leche, así hasta terminar ambas.

Preparamos nuestro molde, o bien enharinándolo o bien forrándolo con papel de hornear antiadherente, esta vez utilicé el papel porque usé un molde de cerámica y temía que se me pegara el molde a las paredes.

Echamos la mitad de la masa al molde, y a la otra mitad le añadimos las dos cucharaditas de cacao, batimos bien hasta que toda la masa quede con un color uniforme y la echamos por encima de la otra masa en el molde, con cuidado y repartíendola por toda la superficie.

Ahora con un palillo vamos haciendo formas y de abajo a arriba con el palillo para que se mezclen los dos colores y quede el efecto marmolado.

Metemos al horno a 180º durante 30 o 40 minutos. Ya sabéis que esto es orientativo porque cada horno es un mundo ;)

Cuando esté hecho dejamos reposar 10 minutos, y luego desmoldamos y enfriamos sobre una rejilla. ¡Listo para ser degustado! :D