Y vuelvo con las tartas de queso, pero bueno, después de esta creo que me voy a tomar una temporada de descanso de las cheescakes porque si no... me voy a acabar cansando de ellas! Y no, no puede ser, porque me encantan y no quiero que pase eso ;)
Así que aquí dejo otra aportación al concurso de Davinia en busca del cheesecake perfecto, que aunque ya gané una semana, esta tarta me gusta tanto que creo que se merece quedar recogida en este concurso, y cuando finalice, entonces tendré muchas recetas para probarlas y encontrar mi cheescake perfecto, que es lo mejor de este concurso :D
Bueno, no me enrollo más, esta tarta no es muy distinta a las otras, lo que cambia es el queso, esta vez mascarpone, que le da esa cremosidad distintiva del mascarpone y un sabor ligero, queda muy compacta por la cantidad de huevo que lleva, cosa que me gusta bastante, así que recomiendo probarla, sobre todo si os gusta el mascarpone :D
Ingredientes (molde 15 cm):
-200ml nata
-250gr queso mascarpone
-150gr azúcar (pueden ser 200gr)
-4 huevos
-2 cucharadas de harina
-1/2 rulo de galletas maría
-1 cucharada de margarina fundida
Preparación:
Fundimos la margarina en un bol y añadimos las galletas hechas polvo, removemos bien hasta que se mezclen y quede una masa compacta.
Forramos el molde elegido con papel de horno y ponemos en toda la base la masa de galletas, esta vez sólo en la base.
Batimos el queso hasta volverlo cremoso, añadimos un huevo y batimos bien, añadimos el siguiente y volvemos a batir, y así hasta acabar con los 4 huevos, luego añadimos el azúcar y volvemos a batir.
Ahora añadimos la nata y batimos de nuevo, pero tened en cuenta que no hay que meter aire en la masa, por eso es mejor hacerla con una varilla de mano. Luego añadimos las dos cucharadas de harina tamizadas y removemos bien para que no queden grumos.
Añadimos la masa en el molde, queda un poco justito en el molde de 15 centímetros, así que si tenéis alguno de un par de centímetros más grande os quedará mucho mejor. Yo tuve que tener cuidado para que no se me desbordase, jeje.
Una vez que tenemos la masa en el molde la metemos en el horno a 160º con calor abajo (precalentado) durante 15 minutos, luego ponemos calor arriba y abajo y los dejamos otros 15 o 20 minutos, cuando veamos que se dora un poco la superficie pinchamos con un palillo y si todavía sale muy sucio entonces tapamos con papel albal la tarta y cocinamos 10 o 15 minutos más.
Cuando esté lista apagamos el horno y entreabrimos la puerta, dejamos enfriar así la tarta. Cuando el horno ya no tenga mucha calor entonces dejamos la tarta a temperatura ambiente y cuando esté fría la metemos en el frigorífico hasta el día siguiente, y os aseguro que estará cuajadita y deliciosa :D