Hacía tiempo que quería hacer unas galletas tipo cookies, y las quería de chocolate, ¡cómo no! Así que me puse a navegar por internet y había varias recetas que me gustaban así que decidí utilizar los ingredientes base y después improvisar sobre la marcha. El resultado: para mí estupendo, un sabor a chocolate bastante intenso y unas galletitas crujientes pero no en exceso. ¡Una delicia!
Ingredientes:
-125 gr de mantequilla
-2 huevos medianos
-100 gr de azúcar moreno
-70 gr de azúcar glass
-175 gr de harina (la mía con levadura incorporada, si usáis la normal añadidle dos cucharaditas de levadura en polvo)
-3 cucharadas soperas de colacao o lo que tengáis en casa
-Una cuharadita y media de azúcar de vainilla
-100 gr de pepitas de chocolate
Preparación:
En un bol echamos los dos huevos con el azúcar moreno, el azúcar glass y el azúcar avainillado, echamos también la mantequilla que habremos derretido previamente y lo batimos todo bien con una varilla metálica hasta que nos quede homogéneo y el azúcar se deshaga.
Tamizamos la harina (la levadura) y la incorporamos a la mezcla con la ayuda de una lengua de gato con movimientos envolventes.
La mezcla debe quedar homogénea y pastosa, es decir, que al levantar la lengua de gato de la mezcla ésta se quede con restos de la masa como pegados.
Una vez obtenemos la mezcla le añadimos las pepitas de chocolate. Mezclamos bien.
Cogemos la bandeja de horno y le ponemos papel de manteca antiadherente especial para horno. Con la ayuda de un par de cucharas vamos poniendo bolitas de masa, no os preocupéis si no quedan bolitas redondas porque se van a aplanar solas, así que la forma que le deis no es
importante.
Las bolitas deben estar separadas unos 4 o 5 centímetros las unas de las otras, porque la masa se irá extendiendo, y cuando las horneemos se extenderá más. Podéis poner unas bolitas de chocolate sobre las bolas de masa extendidas para que queden por fuera de la galleta.
Una vez tenemos todas las bolitas puestas en la bandeja las metemos en el horno a 180 grados y durante 13-15 minutos, el tiempo depende de la cantidad de masa que pongáis en las bolitas. Os recomiendo que hagais bolitas del tamaño de una nuez porque luego se extenderán bastante. Hay que dejar las galletas hasta que veáis que adquieren un color tostado. Mi primera hornada quedaron así, pero la segunda no la dejé tanto tiempo en el horno y no quedaron tan crujientes.
Con estas cantidades a mí me salieron exactamente 33 galletas, pero en la primera hornada me salieron galletas bastante grandes porque hice bolitas muy grandes, así que si usamos bolitas más pequeñas deben salir más galletas.
Son fáciles de hacer y en media hora o tres cuartos las tenemos hechas, además su sabor no defrauda en absoluto. ¡Espero que os gusten!
mmmm... y qué doraditas!!!
ResponderEliminarEstán para morirse, y casi mejor unos días después. Y mojaditas en la leche ni te cuento... ¡una delicia!
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